RECUENTO HISTÓRICO DEL MUNICIPIO

ROSAS, CAUCA

Rosas es un municipio colombiano ubicado en el centro del departamento del Cauca.

Rosas fue fundado el 24 de abril de 1844 por el Señor teniente Mauricio Martínez , y el capitán Juan Noguera quien redactó el documento por el cual se delimitaba lo que se llamaba en ese entonces como pueblo de la Horqueta, el antiguo nombre que recibía la actual población de Rosas. El municipio lleva su nombre por el general Avelino Rosas, militar liberal radical, que se había levantado contra el gobierno del presidente Rafael Núñez, y que combatió junto a Antonio Maceo en la Guerra de independencia de Cuba del dominio español. En el ejército cubano alcanzó el grado de brigadier general del Ejército Libertador de Cuba.

De acuerdo a las crónicas Ciencias de León y López de Velasco, quienes en sus relatos hacen una descripción de los núcleos humanos  establecidos en esta región, se han determinado, que los pobladores primitivos de la horqueta, luego Dolores y hoy Rosas fueron los indios Imitas quienes se ubicaron sobre la rivera del rio Esmita y los Quilichayences que se asentaron sobre las riveras del Rio Quilcacé.

Los habitantes del Municipio de Rosas Cauca, son mestizos, por ellos se aprecian notoriamente los rasgos heredados de sus antepasados y además con esa herencia biológica, coexiste también una herencia cultural.

De acuerdo a las investigaciones realizadas por historiadores y personas inquietas que se han preocupado por tomar el “saber de los abuelos” como parte fundamental para llegar al verdadero origen de nuestro municipio podemos decir:

Que desde la época de la conquista se abrió el camino Bolivariano, es decir por donde el Libertador Simón Bolívar pasó con sus tropas para hacer presencia en las batallas del Ecuador y Perú. Este camino fue utilizado por los arrieros que se trasladaban desde el sur de nuestro país para llegar hasta el gran Cauca, el gran Antioquia, Cundinamarca y los Santanderes, de la misma manera desde estos sitios se trasladaban hacia el sur para intercambiar o vender los productos que cultivaban haciendo trueques con los hermanos Ecuatorianos. 

Este camino de largas jornadas y travesías abruptas, obligaba a los arrieros a descansar en la cuchilla del tablón , que es el sitio desde donde hoy se divisa la población urbana de Rosas. Precisamente aquí hacen confluencia las brisas de los Coconucos y las del Patía, convirtiendo el lugar en un sitio que afectaba la salud de los viajeros y por eso se vieron en la obligación de hacer unos zanjones donde ponían sus alforjas y pasaban la noche para en la madrugada emprender el camino que los llevaría a la capital- Popayán.

Entre los arrieros se encontraba don JUAN NOGUERA, un ciudadano con residencia permanente en la Sierra, y quien curiosamente, viendo que el sitio para acampar no era el más adecuado, optó por cambiar la ruta. Tomó la que bordea la loma que cae sobre el río Esmita- hoy Loma quemada, (veredas de El Porvenir y El Diviso).- hasta que encontró un lugar plano empotrado en medio de dos cerros (Broncazo y San Francisco). Ahí empieza con su familia a formar un fundo, construye su primera vivienda en madera y techo de paja ubicada donde hoy funciona la casa Cural. Él continúa con sus arrierías y de paso invita a sus amigos de jornada para que cuando  viajen reposen en su nueva vivienda. 

Muchos de ellos toman la decisión de construir su propio rancho en este lugar, así poco a poco el lugar se fue poblando. Al sitio los arrieros lo denominaron LA ORQUETA  de don Juan, dándole así,   posesión y propiedad al señor Noguera. (Luego le dan el nombre de “LA ORQUETA”). En las misiones llega a este pequeño poblado los padres jesuitas, quienes lo encuentran  como el lugar más adecuado para quedarse. Don Juan les sede parte de su vecindario  para la construcción de una  capilla y otro pequeño lote para vivienda y otro espacio de terreno para Camposanto o Cementerio. Los  tres Jesuitas eran españoles, venideros de la provincia de Andalucía.

Los primeros pobladores eran provenientes de los Santanderes y  de la zona Cundiboyacense, comerciantes que hacían sus trueques con habitantes no solo de Nariño sino del Ecuador; pero en últimas se asentaron en esta región. Podemos mencionar a los Solanos, Perafanes, Rosas,  Córdobas, Guerreros y Mondragones; muchos de estas familias fueron importantes militares que combatieron en la Guerra de los mil días. 

Otros llegaron de Nariño iban como arrieros y además eran peones de brega y se quedan por un buen tiempo y ven en este lugar el sitio más indicado para forjar futuro y entonces optan por venirse con sus familias y los jóvenes que llegan, se casan con las hijas de quienes se hacían llamar los dueños del pueblo o gamonalillos por ser los primeros habitantes, algunos otros que vienen como trabajadores de la carretera que se habría a pasos agigantados para poder sostener la guerra contra el Perú también se quedan en este lugar y forman sus hogares.

 Después de algún tiempo de posesionados los sacerdotes Jesuitas empiezan la guerra sin cuartel en contra de don Juan Noguera, pues descubren sus pensamientos Liberales encontrado apoyo en los nuevos habitantes que al igual que ellos eran Conservadores.  Cuando Juan Noguera cae enfermo agobiado por el asma y muere  los Jesuitas toman posesión de sus tierras a nombre de la Iglesia Católica. Recordando que los  verdaderos  sitios cedidos por él eran el de la capilla, la casa Cural y un lote para el cementerio. Mientras esto ocurría, nació el niño Avelino Rosas Córdoba, hijo de don Joaquín Rosas y  doña Rosa Córdoba .

Se dice también que el primer asentamiento que tuvo nuestro municipio y donde funcionó la primera parroquia fue en Esmita es decir el camino que hoy nos conduce por los sectores de Santa Rosa El Diviso . Al retirarse los sacerdotes, dejan la capilla a cargo del padre BUENAVENTURA PAZ quien le coloca a la parroquir, “DOLORES” en memoria de nuestra Señora de los Dolores.  Para todo documento eclesiástico aún en la actualidad se conserva el nombre de “Parroquia Nuestra Señora de Los Dolores”.